Cuñas

Para mantener nuestras alpargatas como el primer día, nunca debemos utilizar una lavadora o poner nuestras alpargatas debajo del grifo directamente, nuestro mejor remedio para limpiar las cuñas de esparto es espolvorear bicarbonato por toda la superficie, dejar actuar durante unos pocos minutos y después retirar el producto con un cepillo.

Las alpargatas de esparto son conocidas por adaptarse bien a diferentes tipos de pie. Sin embargo, es importante elegir el tamaño adecuado y asegurarse de que sean cómodas al usarlas. Si tienes pies anchos o con arcos altos, puedes optar por modelos con tiras ajustables o elásticas para garantizar un mejor ajuste.

Para eliminar restos de suciedad de nuestras alpargatas de ante o serraje, recomendamos el uso de un cepillo suave (un cepillo de dientes, por ejemplo) humedecido en una solución de agua con jabón (¡importante! Jabón neutro, sin perfumes, para no dejar mancha). El cepillado debe realizarse con delicadeza y en movimientos circulares. Lo ideal es finalizar la limpieza cepillando suavemente en el sentido del pelo por todo el zapato, para que la superficie quede igualada.

Si lo que queremos es eliminar alguna pequeña rozadura, nuestra mejor aliada es una goma de borrar. Es importante frotar con mucha suavidad y solo en las zonas en las que haya rozaduras. Para terminar, procedemos igual que con la limpieza de manchas, cepillando todo el zapato en el sentido del serraje o ante.

Una vez limpios, recomendamos dejarlos secar con una horma o, en su defecto, con trapos o papel de periódico rellenando el interior del zapato para que éste no se deforme y para absorber la humedad restante.

Es importante dejarlos secar al aire libre sin exponerlos al calor ni al sol.

Nunca se debe mojar el esparto ni meter las alpargatas en la lavadora o en la secadora, pues estropeará nuestro calzado.

Para eliminar manchas en nuestras alpargatas de tejido, recomendamos el uso de un cepillo humedecido en agua fría con jabón (¡importante! Jabón neutro, sin perfumes, para no dejar mancha) Frotamos las manchas con movimientos circulares y alternando el sentido del cepillado para penetrar la mancha.

Si el tejido está muy sucio y la mancha persiste, mezclaremos bicarbonato, agua oxigenada y vinagre (¡ojo! En pequeñas cantidades) y frotaremos de nuevo suavemente.

Debemos evitar el uso de agua caliente, ya que nuestro zapato podría encoger, y evitar también productos de limpieza agresivos que puedan estropear el material.

Nunca se debe usar lejía en las alpargatas de tela blanca, de lo contrario el tejido se volverá amarillento.

Nuestras alpargatas tienen un tallaje normal, puedes seleccionar la talla que usas habitualmente para tu calzado. Para que compruebes tu talla te dejamos nuestra guía de tallas: